¿Cómo derrotar a cualquier enemigo?

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Ender's Game

La película “El juego de Ender” —o “Ender’s game ” para los bilingües— es de mis películas favoritas; si aún no la has visto, te recomiendo verla y después leer este post, porque habrán spoilers de la misma. Estás advertido.

La película trata sobre una lucha interplanetaria entre los humanos y una raza de extraterrestres llamados insectores. Esta raza de extraterrestres es muy similar a las hormigas de la tierra, solo que de un tamaño mucho mayor; hay una reina y esta es el cerebro de toda la colmena, si la reina muere, todos los demás insectores dejan de funcionar. Hace 50 años —en el tiempo de la película—, esta raza invadió la tierra y los humanos tuvieron que luchar para poder detener la invasión; todo hubiera estado perdido de no ser por un héroe que destruyó a la nave madre y por consiguiente, todas las demás naves espaciales cayeron derrotadas.

Los humanos después de esta catástrofe se comenzaron a preparar para una próxima invasión, y comenzaron a entrenar a adolescentes privilegiados en inteligencia para poder combatir a los insectores si estos llegasen a regresar; y es aquí donde entra el protagonista de la película: Andrew Ender Wigin.

Ender es un niño extremadamente inteligente, que a lo largo de la película se va desarrollando como piloto y soldado con la idea de poder combatir a los enemigos. Sin embargo, al final de la película, cuando está listo para vencer al enemigo en su propio territorio, es engañado por los altos mandos haciéndolo creer que está en una simulación de batalla cuando no es una simulación, es la realidad, por lo que termina exterminando a toda la especie de insectores.

Durante toda la película, hay una frase que se repite constantemente:

When I understand my enemy well enough to defeat him, then in that moment, I also love him.

Para los compas: 

Cuando conozco a mi enemigo lo suficiente para derrotarlo, en ese momento, también lo amo.

Esta película es de mis películas favoritas, y la he visto muchas veces; sin embargo, nunca había entendido ni asimilado la frase que te acabo de presentar. Fue hasta hace unos pocos días, que pude unir todas las piezas del rompecabezas en mi cabeza y por consiguiente, entender la frase.

¿Qué significa realmente la frase?

Me encontraba terminando una tarea a las 23.30 de un miércoles, y me entró la llamada de un amigo muy cercano pidiéndome ayuda; necesitaba que lo escuchara y le diera consejo acerca de una situación que estaba pasando en su vida en ese momento. Básicamente estaba pasando por una crisis amorosa, y no tenía una perspectiva clara de como había actuado y como debía actuar.

Platicamos por dos horas aproximadamente, y en algún punto medio de esa plática —mientras me contaba parte de la situación que había sucedido— le comenté que me parecía arrogante y poco empática la forma en la que había actuado. Él estaba discutiendo con su chava, y al ella exponerle su punto de vista, él lo tomó muy a la defensiva y comenzó a tratar de defenderse mediante argumentos arrogantes y un poco agresivos. 

Yo le comenté que lo que se debe hacer al estar en una discusión con una persona, es escucharla, pero ¿escucharla para qué? Y ahí fue donde todo hizo click dentro de mi cabeza. Piensa otra vez en la frase: Cuando conozco a mi enemigo lo suficiente para derrotarlo, en ese momento, también lo amo. 

En cualquier discusión que se lleve a cabo, hay dos partes que quieren que su punto de vista predomine; y la única forma de lograr que tu punto de vista predomine por encima del de la otra persona, es logrando que la otra persona escuche, analice y comprenda tu punto de vista, y además, que este le parezca más válido o acertado que el que tenía previamente, o viceversa. Basándonos en esta premisa, lo más importante en una discusión es escuchar y comprender a la otra persona, para poder analizar si su punto de vista es más válido que el tuyo. 

Ahora bien, muchas veces juzgamos y atacamos a la persona con la que estamos discutiendo, desde una situación de aparente superioridad, ridiculizando sus ideas y puntos de vista porque creemos que de esta manera, serán nuestras ideas y puntos de vista los que prevalecerán. Esta es una actitud arrogante y prepotente que no llevará la discusión a ningún lado. No obstante, si escuchas, analizas y comprendes lo que la otra persona te está tratando de transmitir, y además entiendes el porqué piensa lo que piensa y cree lo que cree y el cómo llegó a pensar lo que piensa y creer lo que cree, indmediatamente lo amarás; porque llegado a ese punto, comprendes su punto de vista desde su propia concepción del porqué lo piensa, y es imposible no empatizar con eso. 

Así que si, cuando comprendes a tu enemigo lo suficiente para derrotarlo, cuando comprendes lo que piensa y porqué lo piensa, cuando comprendes lo que cree y porqué lo cree, cuando comprendes lo que hace y porqué lo hace, en ese momento, también lo amas. Lo comprendes en su totalidad y empatizas con él de una manera muy profunda.

Algo que no te comenté, es que al final de la película, Ender ya no quería luchar contra los insectores, y es justamente por esta razón que acabo de explicarte. Después de estudiarlos tanto, de estudiar sus tácticas, e incluso tener contacto con alguno de ellos, se dio cuenta del porqué detrás de todo lo que habían hecho, en ese momento empatizó con ellos, y los amó. 

Cuando Ender se enteró que lo habían engañado y lo habían hecho aniquilar a toda la especie, escapó y se encontró con una última reina insectora que estaba escondida en el planeta donde se encontraba la base de los terrícolas. Al principio se asustó porque era demasiado grande, pero después, pudo comprender que ella le estaba pidiendo que llevara sus huevos a otro planeta donde pudiesen vivir. La película termina con Ender emprendiendo el viaje en busca del nuevo hogar de la especie insectora. 

Comprende a tu enemigo, y ámalo.

 

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